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02 septiembre 2011

Cuánta incertidumbre nos espera en los próximos meses


Después de la parada estival comenzamos una nueva andadura. Ni que decir tiene que viene marcada por importantes retos y seguramente por dificultades que tendremos que salvar.

Acabamos de finalizar un mes de agosto al que podríamos calificar, desde el punto de vista económico, como confuso y delicado. Aunque viendo lo que se nos avecina, parece que está quedando un poco difuminado, pese a todo lo ocurrido. Recordemos que todos, incluido el Gobierno, vimos muy cerca el peligro de la intervención (algo que parece que Zapatero se ha propuesto evitar, cueste lo que cueste). Y es que la famosa deuda batió todos los récords al subir por encina de los 400 puntos, provocando la intervención del Banco Central Europeo, quien rebajó la tensión comprando deuda española.
Pero una vez más los acontecimientos fuera de nuestro país, nos recordaban que esto es una crisis mundial: cuando no eran los rumores, tal vez no tan rumores, sobre el temor a una rebaja de la deuda de Francia, lo que venía a tumbar las Bolsas y hacia subir las primas de riesgo; era la persistente crisis económica en los EE.UU, lo que se convertía en el foco de atención por las dificultades que tuvieron demócratas y republicanos, para alcanzar un acuerdo que evitara que el país entrase en suspensión de pagos. La incapacidad económica de una potencia como EE UU encendía todas las alarmas y hacía que muchos temieran una nueva recesión mundial. Y es que EE.UU ha pasado de ser la primera potencia mundial y el banquero de Europa, a dejar el sitio a China, que es ahora el banquero de Estados Unidos…, y de Europa.

En un reciente artículo titulado “y los viernes, a la espera del Consejo de Ministros” el Secretario Federal de Acción Sindical CHTJ-UGT, sostenía lo siguiente: Hasta hace poco, para una parte importante de la sociedad la llegada del viernes era motivo de regocijo. Terminaba la semana laboral y se abría la esperanza del descanso semanal. Últimamente estamos empezando a sentir cierta desazón con la llegada de los viernes. Ya desde el lunes comienzan a anunciarnos las previsibles medidas que saldrán del tradicional Consejo de Ministros. Da la impresión de que han decidido amargarnos el fin de semana con las “genialidades” que se vienen aprobando en las recientes reuniones ministeriales. “Genialidades” que recaen inexorablemente y vez tras vez sobre las mismas espaldas.

El pasado 29 de julio, casi ayer, anunciaba el Presidente Rodríguez Zapatero la convocatoria de las elecciones para el 20-N (vaya puntería) que se nos anunciaba así:

El presidente ha justificado la decisión, pactada con Rubalcaba, en la que se han sentado las bases de la recuperación y el rumbo está fijado. Considerando que su decisión generará certidumbre política y económica en los próximos meses, evitando que el debate gire en torno a la fecha de los comicios y se centre en las tareas que tenemos que cumplir. El Gobierno ha cubierto en buena medida los objetivos que se fijó para la segunda parte de esta legislatura y la recuperación de la economía comienza a ofrecer síntomas positivos, también en el empleo.

Pues mira tú por donde, el pronóstico le ha fallado, en apenas un mes todo se ha vuelto del revés y nos enfrentamos entre otras cosas a una reforma de la Constitución, de graves consecuencias e inútil para lo que se pretende. Y no olvidemos que viene a sumarse a las reformas del año pasado y a la recientemente presentada de la Negociación Colectiva ¡que se las trae! y sobre la que las previsiones eran que se podría endurecer a su paso por el Congreso.

Esta reforma de la Constitución hace saltar otras alarmas: como denunciaban los Secretarios Generales de UGT y CC.OO, que instan al Gobierno de Zapatero: “A evitar endurecer la reforma de los convenios, no aceptando un posible “trueque” que ponga fin a la llamada ultraactividad de los convenios. El cambalache vendría forzado por los nacionalistas catalanes de CiU, que exigen participar en la reforma a cambio de su apoyo al último decreto laboral”. Además de añadir la última puntilla, por ahora, que nos han dado con el nuevo contrato de formación para jóvenes sin formación, que no es otra cosa que un “contrato basura”.

Zapatero, reincidente en esto de las profecías, aunque que no de una, nos amenaza con que la reforma de la Constitución "va a dar, y está dando resultados positivos" para la confianza, la estabilidad, el futuro y la credibilidad de la economía española. !!! Y todavía no ha entrado en vigor!!! Quienes seguro que no se equivocan son aquellos que sostienen que el contenido del acuerdo con el PP significará un desgaste para el PSOE y acabará con las expectativas de Rubalcaba.

Todo esto viene, según los expertos, del frenazo en el segundo trimestre, del crecimiento de Alemania y Francia y alguna otra cosilla más, que han disparado todas las alarmas de una doble recesión. Muchos economistas están sosteniendo que la culpa de esta recaída son las medidas de austeridad, por la necesidad de apretarse el cinturón para contener la deuda y reducir el déficit, lo que en definitiva está frenando el crecimiento.

En España se van a unir a la “fiesta”, las autonomías con importantes recortes de derechos, que inexorablemente afectarán al empleo. Desde las elecciones autonómicas y locales no dejamos de oír por todas partes, lo mal que se lo encontraron, lo mal que se lo dejaron. Parece que en algún caso la queja está justificada, pero en la mayoría de ellos se trata únicamente de una estratagema política para justificar los recortes venideros. Curiosamente nunca nombran Madrid, Valencia etc., que tiene por cierto las mayores deudas (TV pública y otros gastos). ¿Por qué será?

Pese a todo y teniendo en cuenta lo que queda hasta las elecciones generales, las previsiones no eran de grandes sobresaltos o recortes por parte del Gobierno de la nación. No así los autonómicos que han puesto la máquina a toda pastilla. Una vez más la realidad nos ha estropeado un buen presagio. Como decía Gaspar Llamazares en el debate de la reforma de la Constitución “Para lo que le quedaba a Zapatero en este convento…”.

También podríamos hablar de la viabilidad de la Seguridad Social. Con el nuevo contrato se condena a los jóvenes, hasta los 30 años, a un salario de 481,05 € (75% del SMI). La empresa que contrate a través de esta modalidad y que tenga menos de 250 trabajadores no pagará nada a la seguridad social por cotizaciones empresariales, si tiene más de 250 trabajadores sólo pagará el 25% de esta cotización. ¿A quién beneficia estas medidas?, ¿no estaba en crisis la Seguridad Social?

Volviendo a las autonomías, hay demasiada estrategia y aquí ya entroncamos con algunos de los proyectos industriales de Sniace en Cantabria, como los Parques Eólicos o el Bioetanol. Sobre este último nos preocupa lo que pueda estar pasando con él.

En las conversaciones que han mantenido los Sindicatos UGT, CC.OO y el Comité de Papelera para la recolocación de los trabajadores, con el Gobierno de Cantabria, se han hecho algunos comentarios por parte de los diferentes responsables de Gobierno, que como mínimo hacen que se nos enciendan ciertos indicativos de alarma y preocupación. De confirmarse, no alcanzamos a ver cuáles serían las repercusiones actuales y futuras en Sniace. Así compañeros, mal empezamos.

Como hemos contado la de cal, ahora os contamos la de arena, o ¿la de antes era la de arena y esta es la de cal? Según publicaba el País recientemente; Mariano Rajoy va a publicar su biografía y parece apuntar en ella que:

“Hará falta más flexibilidad en el mercado de trabajo y que será uno de los ejes de sus primeras reformas si llega a La Moncloa. Ya asume que este asunto sacará a mucha gente a la calle y será polémico, pero cree que aguantará la presión gracias a una mayoría absoluta que ve muy probable. Se trata de la reforma laboral, una nueva, más dura que la del PSOE. En su biografía, Rajoy lo deja claro: “Las reformas principales deberán darse en el área del mercado de trabajo, ya que la regulación existente hace que tengamos un mercado muy rígido. Una negociación colectiva y una legislación laboral excesivamente rígidas han impedido que las empresas pudieran ajustarse a la caída de la actividad económica reduciendo las horas trabajadas o adecuando los salarios”.

Parece ser que el Sr. Rajoy nos augura un feliz año 2012 y siguientes, gracias al favor que le acaba de hacer Zapatero.

Compañeros, hagamos un esfuerzo acudiendo todos a Santander el martes día 6 y participemos en la MANIFESTACION convocada para las 19,30 horas.

!!! ACUDE ¡¡¡