Después de sopesar las consecuencias que entrar en este juego pueda tener para lo que tenemos por delante, hemos decidido que no podemos dejarlo pasar, como si nada hubiera ocurrido. Nosotros no hemos prendido la llama, no quisiéramos avivar el fuego, pero no vamos a permitir que se falte a la verdad y se nos difame. Vaya por delante que consideramos totalmente legítima la posición poner como condición para desconvocar la huelga, asegurar el IPC real de este año, para volver la negociación a la fábrica.
Lo que no es justo es que digan que UGT y los demás sindicatos, hayan puesto esta condición con anterioridad y ahora la abandonen. Lo que nosotros hemos mantenido siempre, es que: la firma del convenio podía pasar por esta posición y para lograrlo había varias posibilidades, en función de como operásemos con la cláusula de revisión. Además de esto, nosotros también poníamos y seguimos poniendo otras exigencias encima de la mesa.
Atacar a UGT o al secretario del comité es muy fácil, se pueden rebatir nuestros argumentos, porque todo el mundo los conoce. Se nos podrá llamar pesados, pero nunca, acusarnos de no informar. A través de nuestra página WEB, de hojas informativas o de las asambleas, somos el único sindicato que con regularidad, hace pública su opinión e informa a los trabajadores de la marcha de las negociaciones o de cualquier acontecimiento relevante para los trabajadores. Nadie puede acusar, con una minina base de veracidad, a la UGT, de no dar información. Nosotros no actuamos al margen de los trabajadores.
Además de esto, también saben todos los trabajadores quien interviene en las asambleas, casi exclusivamente: el secretario del comité y de la Unión General de trabajadores, y lo hace, lógicamente, como portavoz, del comité, pero si los demás callan, suponemos que será porque están de acuerdo con lo manifestado por él. ¿A qué viene ahora esa clarividencia? Si erais conscientes de lo que se respiraba en las reuniones ¿por qué se lo ocultasteis a los trabajadores? En las asambleas, siempre ha ido la UGT más allá que ningún otro sindicato a la hora de concretar o exponer las reivindicaciones o estrategias a seguir. Como muestra, valga el dato de lo que expusimos a la hora de matizar lo dicho por la empresa, en su famoso comunicado que cuantificaba la subida en un 8%. El portavoz de UGT, desmintió ese dato y concretó la petición en una subida entre el 1% y el 1,5. Sin mencionar dónde situaríamos la cláusula de revisión, por motivos evidentes, la empresa no es sorda y “está” en la asamblea. Esta línea de actuación la hemos repetido varias veces y ningún otro miembro del comité, ni siquiera del SU, se manifestó en contra. Será que estaban de acuerdo.
Clarificado por dónde pasaba, para nosotros, la firma del convenio de 2012, insistimos en que el IPC era una posibilidad para cerrar el acuerdo, en esto coincidíamos con ellos. Lo que desconocíamos era que el SU ya “era consciente”, y lo dicen ellos, de que todos los demás buscábamos una justificación para la desconvocatoria. No vamos a hablar por los demás, pero en el caso de UGT, es rotundamente falso. Y tú, compañero Mario, lo sabes muy bien. Hasta el miércoles día 6, todos seguíamos intentando negociar el convenio, la empresa nos solicitó la concreción de la plataforma y lo hicimos. Acordamos los famosos puntos que todos conocéis de sobra, y que fueron aprobados por los trabajadores en la asamblea. El jueves acudimos al Orecla, a defender lo aprobado por los trabajadores, pero la empresa nos plantó el órdago que también conocemos todos: Congelación salarial y 30 despidos o bajada de salarios de un 10% sin despidos.
El sábado, cuando dábamos por finalizadas las negociaciones, volvió a citarnos el gerente del Orecla y acudimos, al menos nosotros, con la esperanza de encarrilar el problema, suponemos que vosotros también. Nada más comenzar la reunión, los mediadores, Alfonso Gil (UGT) y Antonio Saiz Pi (USO), nos plantean una propuesta de mediación para trasladar a la empresa: Retirada por nuestra parte, de la convocatoria huelga y que la empresa hiciera lo propio con las suyas del 10% de bajada de sueldos o congelación salarial y 30 despidos, con el compromiso de reanudar las negociaciones en la fábrica”. Consideraban los mediadores, que el convenio ya no tenía más recorrido en el Orecla, ante la actitud de la empresa y el poco tiempo que teníamos de margen. En esta propuesta, que todos aprobamos, no aparece ningún tipo de subida salarial. Simplemente con eso, volveríamos a la fábrica para continuar la negociación. Ningún sindicato hizo mención alguna a otros aspectos.
También conocemos todos la respuesta de la empresa: SUSPENDÍAN, que no retiraban, la congelación y los despidos, si desconvocábamos la huelga”. Pedimos aclaración, por si habíamos entendido mal, y la empresa ratificó su postura. Todos los sindicatos manifestamos que la actitud de la empresa era inaceptable por lo que dábamos por terminada la reunión. Todos los portavoces de los sindicatos, incluido el del SU, el compañero Mario, lamentaron que la empresa no fuera capaz de retirar sus propuestas, para retomar las negociaciones. Si damos por válido el motivo que ha encontrado el SU, para desmarcarse de la unidad de acción, no podemos evitar preguntarnos: en ese momento, por qué coño no pidieron ellos asegurar el IPC, viendo que nosotros no lo hacíamos. ¿No será que se lo han pensado en otro sitio?
Ya en la fábrica, cuando el Secretario del Comité está a punto de coger su coche, llega el Sr. Colio, con el que mantiene un debate, reprochándole que no haya retirado la dichosa propuesta. Este lance es presenciado por varios trabajadores del turno de noche que acudían a su trabajo.
Pasadas las 10 de la noche, el Secretario General de UGT recibe una llamada del Gerente del Orecla, quien le comunica que la empresa accede a retirar su propuesta, para que desconvoquemos la huelga. Le responde que esta retirada debe ir acompañada de alguna propuesta positiva, aunque sea del 0,2 %. Solo en esas condiciones volverá UGT a otra reunión. Esto es lo hablado por el portavoz de UGT, quien a las 22:30, vuelve a recibir otra llamada del Orecla confirmando en esta ocasión la oferta y citándole para las 12 de la mañana del domingo. El Gerente del Orecla llama siempre a los portavoces de todos los Sindicatos. De lo que estamos seguros es de que el sábado, el representante de la empresa expuso su oferta a los cuatro vientos. Además sabía que un sindicato no estaba muy convencido de la huelga, como lo sabía el SU, aunque ahora corra un tupido velo.
A continuación el Secretario del Comité se puso en contacto con el Sr. Colio, para solicitarle que los miembros del comité que estuvieran trabajando de noche, o tuvieran que hacerlo en la mañana del domingo, dispusieran del oportuno permiso para acudir a esta reunión en Santander. En esa conversación solicita el portavoz de UGT que el 0.2% que le ha adelantado el Gerente del Orecla, suba al menos una o dos décimas, a lo que el Sr. Colio asiente. Eso es lo que Portilla le reprocha el domingo en los pasillos, delante de los sindicatos y de los mediadores, ante lo que el representante de la empresa argumenta que se ciñe a las órdenes de Mezquita. En el fondo la diferencia es mínima, pero entre eso y el juego sucio practicado por la empresa el día anterior, con la “suspensión que no retirada”, lo que aflora no es nerviosismo, compañeros, es indignación. Si alguien quiere ver en esto una conspiración, pues bueno, nadie nos impide a nosotros ver intereses ocultos en esta interpretación.
El domingo, ya en el Orecla, PORTILLA EXPLICA TODO ESTO A LOS SINDICATOS, y a los mediadores, quienes no sabían de donde había salido lo del 0,2%, ya que su propuesta del día anterior, no lo contemplaba. Insistimos, es UGT quien cuenta todo lo sucedido, no entendemos por lo tanto dónde esta el secreto y la conspiración. Por cierto ningún otro sindicato explicó los contactos con el Gerente del Orecla. El SU, expuso a continuación su planteamiento del IPC, pero tras un pequeño debate, los demás aceptamos la propuesta. ¿Fue un error no convocar una asamblea urgente, el domingo por la tarde? o ¿era suficiente el voto de confianza que nos habían otorgado los trabajadores para solventar, exactamente esa situación? En cualquier caso, nadie propuso convocar a los trabajadores.
Como decía Napoleón Bonaparte: “La victoria tiene cien padres y la derrota es huérfana”. Es sencillo identificarse con la primera, pero no lo es tanto asumir la segunda. Aunque el camino que habéis emprendido tal vez facilite el de la empresa, no pensamos en la UGT que hayamos sido derrotados. La fuerza de nuestra unión, no debe ser únicamente la estrofa de una canción. La unidad debe cuidarse no solo con palabras, quienes deben estar unidos deber ver que los hechos van en la misma dirección. Desde la UGT hemos venido trabajando para que esa unidad de los trabajadores y del Comité de Empresa sea una realidad y se fortalezca. Permanentemente hemos dado muestras de ello, evitando entrar en críticas estériles. En este momento, no procede otra cosa que no sea aunar esfuerzos para alcanzar un acuerdo en la negociación del convenio. No vamos a devolver los ataques personales, aunque si queremos hacer una puntualización: creemos honradamente que lo que hemos publicado, sobre lo sucedido el domingo, es la pura verdad, no pretendemos ofender ni poner en candelero ni a personas ni a sindicatos.
NOTA de Antonio Pérez Portilla.
En mis años de juventud, solía dedicarme el compañero Gruber (SU), una frase extraordinariamente parecida a la que me dedicáis en vuestra hoja del día 12. En aquellos tiempos, dados mis pocos años, me lo tomaba como el comentario cariñoso de una persona mayor (aunque entonces no lo era, a mi me lo parecía). Volver a utilizar ahora este comentario, y hacerlo además de una forma torticera, la verdad es que no dice mucho a favor de quien lo emplea.
A lo largo de estos años, creo haberme ganado el respeto de un buen número de trabajadores, no solo entre los pertenecientes a mi sindicato, también entre los que no tienen porque compartir mi forma de pensar, de hecho tengo buenos amigos entre los afiliados al SU. Lo bueno que tiene esto, es que nos conocemos todos y engañar, se engaña pero a unos pocos y más bien poco.
Para finalizar, otra sentencia histórica: nosotros no tenemos el sentimiento de ir en el Titanic, por lo que continuamos luchando por el convenio, ¡ay de los que parecen navegar en el Costa Concordia! ¿Habrá saltado ya el capitán?