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05 abril 2014

Hemos echado el resto defendiendo la dignidad de todos ¿Somos culpables de defender a los trabajadores?

Tuvimos la reunión prevista con la empresa, con objeto de seguir avanzando en esa posibilidad de retrotraer los despidos de toda la plantilla, de cara a ese juicio de la Audiencia Nacional del 22 de abril. Existía un compromiso, por parte de la empresa, de presentar el estudio sobre las jubilaciones, ya que nunca nos presentaron el elaborado en septiembre. La reunión volvió a estar presidida por los Srs. Mezquita, Gómez de Liaño y Novoa además del responsable de RRHH, Sr. Colio, quienes han presentado dos posibilidades de jubilación.
El día estuvo marcado por dos hechos: la reunión en sí misma, y las oportunas declaraciones a los medios de comunicación del Presidente Diego sobre las jubilaciones.

Declaraciones que pueden tener una repercusión para los intereses de los trabajadores, mayor de la que reconocen, a priori, algunos de los que nos rodean. No podemos olvidar que las APJ necesitan el aval del Gobierno Regional, que es asimismo, el encargado de iniciar el proceso ante la Administración Central. El Sr. Diego ha asegurado que “intentará por tierra, mar y aire, conseguir esos recursos, para dar tranquilidad y seguridad, de cara al futuro, para ese centenar de trabajadores”. Confiemos en que así sea, porque el Director General de Empleo, D. Javier Thibault Aranda nos dejó claro el concepto: “Lleguen ustedes a un acuerdo, que nosotros lo estudiaríamos con atención y veríamos lo que podemos aportar. Para que puedan producirse las jubilaciones y la vuelta del resto de la plantilla, antes hay que despejar la incógnita de los despidos. Hecho esto, vuelvan ustedes por aquí con el aval administrativo del Gobierno Regional”. Según el titular aparecido en el DM el pasado 3 de abril: Diego advierte a Sniace que no habrá dinero del Estado para prejubilaciones mientras siga cerrada. Lo viene repitiendo desde hace varios meses, pero ¿por qué remarcarlo precisamente ahora? No sabemos si es que el Presidente no acaba de situarse en verdadera magnitud del problema. La fábrica está cerrada; con una deuda importante; concursada y con graves problemas pendientes de resolver, para que pueda al final arrancar. Todos deberíamos tener la obligación de resolver el problema laboral antes del 22 de abril. Después NO SERVIRÍA PARA NADA. 
El Presidente parece estar convencido de que la liquidación de Sniace, no sería un problema irresoluble, porque “alguien” vendría. Es posible que lo hayamos podido entender mal, pero lo que tenemos claro es que llevamos más de quince meses sorteando dificultades, y no hemos visto ninguna señal de que nadie esté dispuesto a venir. Si se produjera la liquidación, todo podría retrasarse años, y de aparecer alguien interesado en reabrir la fábrica, es muy posible que solo lo hiciera con una mínima parte, tal vez no más de cien puestos de trabajo. Conclusión: cero jubilaciones y mogollón de despidos, en una comarca ya de por sí deprimida.

Con respecto a la reunión, la empresa ha presentado dos estudios, en base hacer una póliza con una compañía de seguros, que afectaría a 106 trabajadores y garantizaría el 85% del salario neto, hasta la edad de jubilación. Cualquiera de los dos tiene un elevado coste para la empresa, pero no tienen la misma repercusión para los trabajadores.
El primero consiste, de manera resumida, en una cantidad fija más un complemento, hasta la edad de jubilación, en este caso 63 años. En ese momento, se recalcularían las bases y se fijaría la pensión final que corresponda, con el consiguiente porcentaje de descuento, por jubilación anticipada. En esta póliza entrarían todos los trabajadores a partir de 58 años, a 31 de diciembre de 2014, quienes aportarían su indemnización por despido. La cantidad a percibir, lógicamente, es distinta para cada uno, dependiendo del salario, edad, etc. Pero, y esto es importante, solo por 12 pagas hasta la jubilación a los 63 años, a partir de este momento serían 14 pagas. No habría que pagar impuestos a Hacienda, hasta que las percepciones hubieran superado el importe de la indemnización por despido, que el trabajador tendrá que aportar a la póliza.
La segunda opción, es la conocida popularmente como APJ y en ella la empresa aporta el 60% del coste, la Administración el 40% y los trabajadores su indemnización de despido. Esta fórmula mejora la situación y contempla un cambio fundamental, pues llega hasta los 65 años. Pese a ser un procedimiento similar, la cantidad total se puede incrementar en unos 500 euros, dependiendo de las circunstancias de cada uno. Al igual que en al caso anterior, es importante resaltar que se percibirían 12 pagas, y no se tributaría a Hacienda hasta haber consumido el importe de la indemnización.
Como ya explicamos en la asamblea, el comité presentó una propuesta que además de las jubilaciones bajo el manto de las APJ, introduce el Contrato de Relevo. Cada una de las opciones en función de la edad del trabajador. El objetivo es abaratar el coste global de forma que permita a todos, llegar a la jubilación a los 65 años. Evidentemente nunca llueve a gusto de todos: unos perderían algo más y otros tendrían que volver a trabajar, cada mes, el 25% de la jornada y los contratados al 75%.
La empresa aún no se ha pronunciado, cuando lo haga, tendríamos que llegar a un acuerdo, que debe pasar el filtro de los Administradores Concursales, quienes no creemos que vayan a comparar estudios, informes ni propuestas que vayan a ser mejores o peores para los trabajadores. Mirarán, para eso están, el coste de la operación. En este sentido, creemos que nuestra propuesta es más barata para los intereses que ellos defienden, además, y esto es importante para nosotros, reduce el excedente de personal. Pero no olvidemos que al coste, cualquiera que sea la opción elegida, debemos añadirle el de la Seguridad Social, pasado y futuro.
Hay otro concepto, en el que la empresa es categórica, lo fue en septiembre y lo sigue siendo ahora, nos referimos al destino de los 63 compañeros que están en el Contrato de Relevo: su objetivo es SU DESPIDO. Como consecuencia también pretenden hacer lo mismo con los contratados en su lugar. Nuestras opciones con los primeros son escasísimas, pese a lo que algunos anden diciendo por ahí. Para los segundos, si todos ponemos voluntad, podemos conseguirlo. Desde el comité, vimos la posibilidad de hacer con ellos nuevos contratos de relevo, lo que permitiría de mejorar las condiciones de los trabajadores que hayan cumplido 61 años antes del 31 de diciembre. Sí, el inconveniente para estos compañeros, es que tienen que ir a trabajar 6 días al mes, hasta alcanzar la edad de jubilación. De cualquier forma, estamos ante una situación en la que cada uno de nosotros es un mundo, con sus particulares circunstancias y que no se puede aplicar a todos lo mismo. Tampoco depende de nosotros, las leyes juegan un papel importante en la solución de todo esto, y no tenemos una varita mágica para igualar la situación de todos, pero creemos sinceramente que esta es la opción, con la que alcanzamos una mejora más amplia para todos. Ya veremos si el próximo día, la situación es esta u otra bien diferente. El comité, cuando opta por una alternativa u otra, lo hace desde el punto de vista de aminorar las secuelas más graves y los despidos no llevan solución. Antes de juzgar definitivamente, tratemos de lograr lo que pretendemos, luego tal vez tengamos la oportunidad de “abrillantar” algún descosido, no antes. Es posible que dentro de unos días, alguien interesado se ría de este debate, porque podemos seguir despedidos.
Los que ya están en contrato de relevo, también se muestran disconformes, alguno dice que les dejamos a su suerte. No es verdad, lo cierto es que la empresa ya te despidió en septiembre, compañero. Pese a ello, pelearemos por lograr una compensación, aunque sea mínima, para este colectivo. Criticar es fácil, pero aquí no va a llover a gusto de casi nadie. Algunos hemos peleado, y podemos decirlo muy alto, a lo largo de estos 16 meses por mejorar la situación todo lo posible. Había quien decía en la asamblea, que los que entren a trabajar no tienen coste. Tampoco es cierto, a esos le tocará, que nadie lo dude, pagar los platos rotos. ¿O ya nadie se acuerda de quién pagó el “muerto” de hace 20 años? En definitiva unos cuarenta compañeros, que saldrían por la vía del contrato de relevo, permitirían la contratación de otros tantos que de otro modo serían despedidos, esa es nuestra intención que, al menos nos parecía loable.
Todo esto, como no, supeditado a encontrar financiación, a los Administradores Concursales, a la aprobación de los acreedores, a la Administración, al  juicio de la Audiencia , a la puesta en marcha de la fábrica y, a una larga lista de problemas de todo tipo.
Estamos construyendo un puzle, al que cada día, cada semana le ponemos una pieza, pero en cualquier momento alguien puede pegar un puñetazo en la mesa y se acabó la construcción. ALGUNOS COMPAÑEROS SE ESTÁN DISGUSTANDO ANTES DE TIEMPO. La semana que viene, en un sentido o en otro, vuelven a ser claves las asambleas previstas. Y si hay algo, se votará.