Publicado el 19 abr. 2015
Luchador y Compañero. Con mayúsculas. No se nos ocurre mejor forma de definir a Gonzalo Sordo. Este viernes se marchaba después de luchar hasta el final, como no podía ser de otra manera en un hombre que nunca dudó a la hora de plantar cara a lo que tocase, las crisis de Sniace o la enfermedad. Y su pérdida causaba un profundo dolor, no solo en su familia y amigos, sino también en sus compañeros, con los que compartió disgustos, batallas, esperanzas, desengaños… y siempre ese apretar los dientes y tirar para adelante.
Gonzalo Sordo es, por decisión de sus compañeros, símbolo de la lucha de los trabajadores de Sniace. Estuvo en aquella primera crisis, hace más de veinte años, como miembro del comité, y estuvo (está) en esta, la que todavía no ha acabado, desde fuera de la representación sindical pero como uno de sus referentes. La voz de Sordo se dejaba oír en las asambleas, y sus compañeros guardaban silencio para escucharle. Sin florituras, al grano, pocas pero contundentes, con un discurso como era su aspecto, magro y firme, sus palabras analizaban la situación y marcaban el camino. Es raro, muy raro, encontrar a una persona que cuente con el respeto de casi todos los que le rodean, sean o no de su misma cuerda. Sordo lo tenía.
Cuando la enfermedad le impidió seguir físicamente en la lucha de Sniace, su espíritu estuvo siempre en todos los pasos que daban sus compañeros. En los momentos importantes, en los duros y en los buenos (que alguno también hubo) momentos, siempre el nombre de Sordo estaba presente, empujando.
No es casualidad que el director Pedro Telechea eligiese a Gonzalo Sordo para poner rostro a la lucha de Sniace en el documental que recoge el conflicto de la fábrica y la batalla de los trabajadores contra lo que parecía un inamovible cierre. Ese puño cerrado, en alto, que no trasmite agresividad sino determinación, cuenta esa lucha.
En lo poco que desde HoyTorrelavega conocimos personalmente a Sordo y en lo mucho que lo vimos profesionalmente, nos pareció una persona íntegra y luchadora. Y lo que nosotros no conocimos nos lo cuentan los numerosos comentarios y elogios de sus compañeros, vuestros comentarios.
Sirva este pequeño homenaje para recordar algunos de esos momentos vividos.
Sirva este pequeño homenaje para recordar algunos de esos momentos vividos.