Hace un tiempo, unas razones más banales que la actual situación de Sniace, hicieron que el entrenador Rafa Benítez, recurriera a la “fábula del padre, el hijo y el burro”. Para demostrar que a veces las críticas no tienen contenido, ni base real. Vaya el burro solo, con uno o con los dos encima, siempre estará mal. Para algunos, cuyo único fin, parece ser la liquidación de Sniace, todo lo que hace el Comité de Empresa para defender los intereses de los trabajadores, es un error.
Aunque han pasado varios días, no nos cansaremos de mencionar este hecho sin precedentes en el mundo periodístico, en el que todo un subdirector del Diario Montañés, pide, que Sniace no abra. Y si no se cierra, porque era importante para Torrelavega (ósea por caridad), que se mire si “hay alguna línea de producción que puede ser rentable con una plantilla ajustada”. Este discurso, que en más de una ocasión, también ha sido planteado por el PP, tiene una carencia clara: NUNCA EXPLICAN LAS CONSECUENCIAS PARA LOS TRABAJADORES.
Creemos que ya va siendo hora de que lo hagan, ya que todos ellos parecen muy entendidos en las características de los procesos productivos de Sniace. Lo único que han hecho hasta ahora, es repetir citas inexistentes o frases manipuladas y claramente sacadas de contexto. Es hora de que se limiten a lo único que de verdad interesa a los trabajadores: la explicación de las consecuencias que llevaría consigo no poner en marcha la fábrica, o su liquidación. Podían empezar por ejemplo por: ¿Quién va a invertir en Sniace si no lo hace el accionista de referencia, ahora denunciado? ¿Conocen a alguien interesado en comprarla, si estos abandonan? Teniendo en cuenta que es necesario arrancar Viscocel para que sea rentable Celulosa, ¿estaría este supuesto inversor dispuesto arrancar todo? ¿Cuantos años más, tardaría todo este proceso, o la liquidación de Sniace? Ahora hay retraso y es difícil aguantar, pero ¿qué pasaría con la acumulación de nuevos retrasos? Si esa estrategia fracasa y nos enfrentamos a la liquidación pura y dura ¿nos aseguran a todos, incluidos los que se han jubilado ya, que cobraremos las indemnizaciones en su totalidad?
Podríamos seguir un rato largo, pero con que dieran las respuestas a esto, ya sería suficientemente clarificador.
El proyecto actual es duro para los trabajadores, pero da una solución a los contratos de relevo, a la póliza de jubilación y a la reincorporación de la plantilla de Celulosa, Viscocel y Sniace, en total más de 450 afectados. Después de tres años de repetir las mismas mentiras… podían responder.
Sinceramente, no creemos que lo hagan, ni ellos ni sus afines. Son de piñón fijo y nunca van a reconocer que estaban equivocados. Como Rajoy, pretenden zanjar el debate con una frase lapidaria “Un vaso es un vaso y un plato es un plato”. Muy cierto, pero nos quedamos con la de otro político, esta vez Pablo Iglesias, quien respondió al muy honorable actual, con otra verdad incuestionable: “Un plato es un plato y un tonto es un tonto".
Si hay un colectivo de personas que puede sentirse profundamente decepcionado por el escaso reconocimiento social que reciben en relación al esfuerzo que realizan, son los trabajadores de Sniace. Personas afectadas, más que nadie, por el insulto y las duras campañas de descalificación y difamación, que han venido sufriendo desde USO Sniace y el principal medio de comunicación de Cantabria. Sin olvidar otros mecanismos e instituciones, que se han utilizado con el mismo objetivo. Esta actitud resulta incomprensible, cuando se está tratando de recuperar una fábrica cerrada, que es importante para la comarca del Besaya y para la Comunidad de Cantabria, donde hay más de 46.746 parados y donde se han destruido, en los últimos cuatro años, 15.000 puestos de trabajo en la industria. Sin olvidar, aunque nos dirán que ese es “nuestro libro”, el apremio que tenemos los trabajadores de Sniace, de que esto no se retrase más tiempo, ya que en estos momentos, la plantilla está sin recursos por el agotamiento del desempleo.
Es cierto que esta denuncia no promueve directamente la liquidación. El concurso se ha salvado y el proceso avanza. Pero no es menos cierto, y nos reafirmamos en ello, que de cara al siguiente paso, la salida a bolsa, introduce un factor de desconfianza, que puede hacerla fracasar.
La actuación de los representantes de USO en Sniace, es la representación de un esperpento en sesión continua. Sin remontarnos más atrás, fue una tomadura de pelo la firma del escrito al tribunal Supremo, cuando sabían que pusiera lo que pusiera, no lo iban a firmar. O su anterior puesta en escena, solicitado la revisión de la cuantificación de la deuda del crédito privilegiado correspondiente a las indemnizaciones por el despido. Los trabajadores representados por el Comité, escogimos el Crédito Participativo, conservando el derecho al cobro de toda la deuda. Ellos y sus seguidores, optaron por “lo más inteligente”. Alguno de esos seguidores se ha encontrado ahora, con que se quiere jubilar y ha perdonado el 50% de su deuda ordinaria.
¿Más ejemplos? Pues resulta curioso que USO Sniace, se moleste porque le recordamos que hace más de dos años y medio, abandonó el Comité de Empresa y, desde entonces, no participa de sus reuniones o asambleas. Por eso ahora, “choca” el esfuerzo que están haciendo, (mentiras incluidas), por presentarse como miembros del Comité de Empresa de Sniace. Y esa exigencia de tratamiento, la hacen extensible a los medios de comunicación. En el escrito de contestación, de la empresa que han contratado (BDR Auditores), también se presentan como tal. No basta con decir, yo soy del Comité, hay que demostrarlo.
Para ver si les sirve de reflexión y se aclaran, porque para lo que quieren son del Comité y para lo que no les interesa, todo lo contrario, reproducimos lo que dice sobre USO, en la Sentencia de la Audiencia Nacional, refiriéndose a los despidos de Sniace del 3-7-2014.
“En este caso, aunque formalmente la demanda de la empresa está mal construida, en cuanto demanda a los componentes de la comisión negociadora en su condición de tales, en lugar de demandar al comité de empresa de Torrelavega, se trata de un mero defecto formal, al que no puede darse relevancia procesal, por cuanto la comisión negociadora no es sino el comité de empresa de Torrelavega, de manera que es éste el que ha de entenderse como parte y como tal ha actuado. Ahora bien, el comité de empresa es un órgano que actúa unitariamente y por mayoría (artículos 63.1, 65 y concordantes del Estatuto de los Trabajadores), por lo que no tienen legitimación como parte procesal los componentes individuales del mismo, aunque discrepen de las decisiones mayoritarias. En este proceso, por ello, hemos de tener como parte demandada y comparecida al comité de empresa que, bajo el nombre de comisión negociadora, fue el que intervino en el periodo de consultas, pero debemos declarar la falta de legitimación pasiva de los dos miembros del mismo que comparecen a título individual como minoría discrepante”.
De momento no es aconsejable entrar en más pormenores, pero si podemos decir que el Comité de Empresa está en la tarea de explicar, donde corresponda, que la mayoría de la plantilla que representamos continúa luchando por la reapertura de Sniace. Esto puede parecer baladí, pero es un matiz importante, y tenemos motivos para afirmarlo. Es uno de los efectos colaterales que han surgido como consecuencia de todo esto.
En otro orden de cosas, deciros que el próximo viernes, día 6 noviembre, celebraremos una asamblea en la fábrica a las 18 horas, que vendrá precedida por una reunión del Comité de Empresa.
En otro orden de cosas, deciros que el próximo viernes, día 6 noviembre, celebraremos una asamblea en la fábrica a las 18 horas, que vendrá precedida por una reunión del Comité de Empresa.