El pasado viernes el Gobierno, después de varios meses de titubeos, aprobó una serie de medidas que han supuesto la subida de siete impuestos que pretenden recaudar unos 2.943 millones de euros. Con ello demuestra que su único objetivo es recaudar y no afrontar ni resolver el verdadero problema que tiene nuestro país respecto al sector Energético.
En materia de Energía, nuestro país depende del exterior en más del 80%. Por ello se hace imprescindible un Pacto de Estado que elabore un nuevo modelo energético, en el que se fije un "Mix Energético" que, teniendo en cuenta todas las fuentes de energía, apueste principalmente por las autóctonas.
No es con la creación de nuevos impuestos como se resolverá el problema energético de nuestro país y por lo tanto el déficit tarifario. Unos impuestos que sin duda van a perjudicar al conjunto de la economía, las empresas reducirán sus inversiones, lo que producirá un deterioro de la Red y por tanto una disminución de la calidad del servicio unido a nuevos costes que se trasladaran a los ciudadanos, tanto en subidas de tarifa, como en la reducción de la tarifa de último recurso a la que están acogidos 20 millones de usuarios, destinada a la población más desfavorecida (pensionistas, prejubilados, parados etc.).
Las medidas del Gobierno sin duda van a intentar ser utilizadas por las empresas energéticas, y esto repercutirá en el deterioro de las condiciones laborales de los trabajadores y trabajadoras en las mismas.
Estas medidas, lenta y tortuosamente elaboradas, han supuesto mucha incertidumbre y confrontación entre los sectores empresariales afectados y dentro del propio Gobierno.
El incumplimiento del Gobierno de los compromisos adquiridos en el Dialogo Social Reforzado, con total ausencia de consulta y participación tripartita, ha puesto de manifiesto la forma de hacer de este Ministerio, que no es otra que la imposición de sus criterios tal y como ya hemos visto en otros sectores tales como la Minería del Carbón.
Desde la Federación de Industria y de los Trabajadores Agrarios de UGT, vemos con enorme preocupación la deriva, el desconcierto y la improvisación con la que el Ministerio de Industria y Energía, y por lo tanto el Gobierno, ha llevado este asunto, lo ha resuelto como nos temíamos desde el principio, de la peor manera posible, sólo pensando en hacer "caja" sin tener en cuenta sus negativas consecuencias hacia las empresas y los ciudadanos.
Desde FITAG-UGT estamos convencidos que estas medidas no van a contribuir a solucionar el grave problema de dependencia energética de este país, sino muy al contrario van a empeorar la competitividad de nuestras empresas al aumentar sus costes energéticos y a muy corto plazo supondrán un aumento de las tarifas eléctricas para el conjunto de los ciudadanos como sucederá con los usuarios del Gas Natural y de la gasolina.
Es por ello que FITAG-UGT rechaza estos siete nuevos impuestos al sector energético, ya que solo contribuirán a un menor consumo y por lo tanto a un agravamiento de la crisis económica, que empeorará el empleo y empobrecerá a la mayoría de la población, duramente castigada como consecuencia de las erróneas medidas adoptadas en nuestro país a raíz de la crisis económica.
FITAG-UGT reclama del Gobierno la apertura urgente de un dialogo entre todas las partes implicadas (Gobierno, empresas y sindicatos) que permita la consecución de un Pacto de Estado que de verdad de respuesta al grave problema que tiene nuestro país en materia energética.