10 enero 2012

Según las encuestas, la mayoría cree necesarios más ajustes

Las grandes fortunas españolas han ganado un 6% más en 2011, al acaparar 2.150 millones de euros más, con lo que poseen 37.700 millones, una cifra cercana a la que el Gobierno prevé recaudar en 2012 a través de subida de impuestos a los ciudadanos y reducción del gasto público. Esto es lo que entienden nuestros gobernantes por justicia distributiva.  
 
No son tan optimistas para los trabajadores, las previsiones para este 2012
recién estrenado, se vaticina una destrucción de entre 350.000 y 400.000 puestos de trabajo; los ajustes fiscales y la falta de crédito impulsarán aún más el desempleo; en 2011 íbamos a levantar cabeza y hemos acabado peor que en 2010; la economía se ha enfriado tanto que ha vuelto a contraerse, lo que se ha traducido en una perdida de puestos de trabajo; la Seguridad Social perdió casi 2.700 afiliados diarios desde agosto. En consecuencia, uno de cada cinco españoles que quieren y pueden trabajar, no tiene donde hacerlo.
Tampoco podemos olvidar los recortes provenientes de las Autonomías, ya en marcha, lo que ha provocado la drástica caída de ingresos vía impuestos que han sufrido estas. La crisis y la deuda de más de 15.000 millones que lastra la sanidad pública española, han vuelto a poner sobre la mesa, la posibilidad de establecer diferentes tipos de copagos sanitarios, aunque sería más propio hablar de repagos, porque el sistema público ya está en España financiado con impuestos. 

Y el panorama empeora en este comienzo de año, el aumento del déficit de las Comunidades Autónomas ha elevado la previsión del déficit. El nuevo Gobierno del PP justificó su primer paquete de medidas (9.000 millones de recorte de gasto, 6.000 por subidas de impuestos) precisamente en el desvío "supuestamente inesperado" del déficit público en 2011 (del 6 al 8% del PIB).
Datos que el gobierno de Rajoy debería haber conocido, dado que gobiernan casi todas las comunidades desde el mes de mayo pasado. Pese a ello culpan al gobierno anterior, para no variar. Apenas llevaba una semana en ejercicio el Gobierno de Mariano Rajoy, cuando ha puesto en práctica unos recortes de 15.000 millones de euros, dando por descontado que nos aguarda otro ajuste aún mayor a la vuelta de la esquina. Y la esquina, no es otra que las elecciones autonómicas en Andalucía, el próximo mes de marzo.
Teniendo en cuenta que un día lo afirma un ministro y al siguiente otro ministro lo desmiente; y recordando la cantidad de declaraciones en contra de D. Mariano Rajoy a mediados de 2010 cuando Zapatero le subió del 16 al 18%, vaticinamos que la próxima “solución” será la subida del IVA, para poder llegar a esos 30.000 ó 50.000 (según la fuente consultada) millones de Euros de recorte previstos.
Si comparamos lo que ya hemos sufrido y los efectos conseguidos, con lo se nos dice que queremos conseguir, podemos hacernos una idea de lo que se nos viene encima.
Uno de los supuestos barómetros con los que el PP medía al Gobierno de Zapatero era la famosa prima de riesgo. Desde que el Banco Central Europeo concedió en diciembre, el préstamo a las entidades bancarias, (que por cierto nadie sabe donde está, porque el crédito sigue sin fluir) se había rebajado la prima de riesgo española, hasta los 320 puntos. Sin embargo, en los últimos tiempos se acerca otra vez al nivel de los 400 puntos. Nos decían entonces, que cuanto el PP llegara al poder, el problema iba a solventarse, porque el PP daría credibilidad y los mercados lo valorarían. Según Rajoy repitió una y mil veces “el problema era Zapatero”. ¿Ahora quién es el problema?
Continúan las campañas mediáticas tratando de convencernos de las bondades de las medidas tomadas y de las que se van a tomar. Arriman tanto el ascua a la sardina (la suya) que a veces nos encontramos con cosas curiosas, por ejemplo, al comparar alguna de las encuestas de las últimas semanas, dos de los periódicos más importantes de este país llegan a conclusiones cuando menos diferentes:

La realizada para el diario EL MUNDO, refleja que la mayor parte de los ciudadanos se sienten “engañados” por el nuevo presidente del Gobierno, tras haber negado la subida de impuestos en su campaña electoral y en su discurso de investidura. Se percibe una gran desafección hacia el PP de buena parte de los votantes que le llevaron al poder. El 64% rechaza la subida de impuestos a las rentas del trabajo y del ahorro y a los bienes inmuebles, aprobada por el PP. La encuesta de este diario, refleja también que no quieren que se toquen los servicios de Sanidad y Educación. El 65,2% piensa que el Gobierno no debe recortar esas partidas, aunque se confirme que el déficit público es mayor.

En cambio, según la realizada por EL PAIS, los recortes de Rajoy no le están pasando factura al gobierno, en cuanto a la valoración de los españoles, todas sus medidas cuentan con su respaldo, con la excepción de la subida de impuestos y la congelación del SMI, que rechaza una mayoría. Y es que para la encuesta de este diario, pese haber tomado algunas decisiones impopulares y no anunciadas en su programa, el PP tendría ahora el 46,4% de los votos, es decir, 1,5 puntos más que el resultado del 20-N, mientras el PSOE perdería 1,9 puntos con respecto a las últimas generales… 

La explicación que dan en EL PAIS para este fenómeno, es que el PP ha elegido el momento oportuno para poner en práctica el mayor recorte presupuestario de la democracia, se aprobó la víspera de Nochevieja, y no acusar el más mínimo desgaste. Según las estimaciones realizadas por GESTHA, técnicos de hacienda, la segunda mayor aportación por la subida de este impuesto recaerá en las rentas que van de los 17.702 a los 33.007 euros anuales, una horquilla que engloba a 5,3 millones declarantes, equivalente al 29% del total de los 18,5 millones de declaraciones que se fiscalizan cada ejercicio. La revisión de 2 puntos porcentuales aplicable a este grupo, supondrá una media de 180 euros por contribuyente y representará una recaudación de 965 millones de euros, lo que supone un 23,5% del total de lo que aportará el incremento del gravamen.
Y cómo nos afectará a nosotros, a los trabajadores de Sniace, en general, nos afectará en una disminución de nuestra nómina de un 2%, aunque a una parte de los trabajadores a turnos será del 3%, y al resto, de ahí para arriba.
Como todos sabéis en el avance del IPC previsto para el 2012, misteriosamente la tasa interanual se ha situado en el 2,5%. Lo que da como resultado que la desviación prevista por nuestra cláusula de revisión, si se confirma el dato, nos situará en que percibiremos el 1,3%, es decir soportaremos una bajada de sueldo, con la que tendremos que afrontar mayores gastos: contribución (IBI), subidas de “ya veremos”, recortes varios, otros recortes que vendrán y los que nos metan sin enterarnos.

Auguramos una negociación de convenio muy especial, en la que trataremos de sortear como podamos las repercusiones de la nueva Reforma Laboral, de los Acuerdos, etc… 

Por último una reflexión:

Deberíamos estar pensando en lo que ya nos ha caído y en lo que se nos viene encima; en qué parte de culpa tenemos y cuál es la cuota que tenemos que pagar; en que debemos hacer o si tenemos que hacer algo.
¿O NO?