09 enero 2013

La fábrica comenzará a parar el lunes día 14

Aunque haciéndose de rogar, esto es prácticamente lo único que el Sr. Mezquita ha concretado claramente en el día de hoy. Tuvimos que insistir, porque no había forma de sacarle de la fecha en que concluirían las mal llamadas negociaciones del ERE. Al final confirmó los rumores que apuntan hacia ese día. 

En todo lo demás que se le ha planteado, se ha movido en un bucle entre recordarnos que la situación es muy crítica y que las personas con las que ha hablado le aconsejan que presente ya el “cierre definitivo de la empresa”. Pese a estos consejos, dice haberse resistido a tomar tan drástica decisión “que no tendría vuelta atrás”, porque  lleva veinte años al frente de Sniace, “yo la abrí cuando todo el mundo la quería cerrar”. A esto añadió que, hemos atravesado épocas muy duras, hemos realizado importantes inversiones, no vamos a cerrarla ahora “sin pelear por ella”. Se manifiesta convencido de que tiene que haber algún tipo de solución y se compromete a intentarlo. Por eso no hemos tomado una decisión tan drástica, pero de no variar el escenario, de no cambiar las condiciones, estas llevarían a la compañía a no poder hacer frente a los costes. De darse esta circunstancia, no contemplaríamos ninguna solución intermedia, el escenario real de futuro no es el ERE presentado, es el de CIERRE DE SNIACE.

Como decíamos al principio, este fue el guión que tocaba de hoy,  y no se salió ni un milímetro de él para contestar a las muchas preguntas que le hacíamos desde el Comité. La mayoría de las preguntas iban dirigidas hacia la viabilidad futura de la empresa. Por ejemplo, si seguía considerando que la Fibra Ignifuga tenía futuro y, de ser así cuás sería la incidencia de una parada 6 meses. Dentro de ese supuesto escenario de restructuración, ¿cómo quedaría fibras? ¿Cuánto tiempo sería viable Celulosa? La respuesta, dijo, dependerá de la reducción, modificación u otros aportes que se puedan hacer, para modificar o compensar esta situación económica creada por el “céntimo verde”.
Aportó como elemento nuevo que la depuradora (EDARI) puede ser la clave en la posible salida de esta situación creada. Según dijo, “estamos teniendo encuentros con las autoridades. Hace unos días, lo hicimos con el Ministerio de Industria y tengo esperanzas, pero es pronto para ser optimistas, de no variar, la situación es de cierre”.

El Sr. Mezquita hizo una valoración previa, que calificó como una crónica anunciada, para lo cual nos remitió a antes del verano, cuando estábamos negociando el convenio y ya se tuvieron las primeras noticias de estos impuestos. Nos recordó cómo la empresa había suspendido las negociaciones del convenio, hasta después de las vacaciones, para estudiar sus repercusiones. Y lo que ha ocurrido en este tiempo, es que del borrador inicial del proyecto que contemplaba una subida del 2%,  pasamos al 6% cuando entró en el Congreso, para acabar tras su paso por el Senado, en el 7%. Con esto, si la situación a comienzos del mes de julio era grave, ahora es mucho peor.
La consecuencia es que ya teníamos que haber presentado un expediente de cierre de Sniace. Porque con 10 millones de euros en impuestos, no es viable. El mejor año de la compañía se cerró con 10 millones de euros de beneficio, de haber existido este impuesto lo habríamos cerrado con 3 millones de pérdidas. “Yo no quiero engañar a nadie, si no hay ningún cambio, la situación es crítica y el escenario es terrible”. Se ha decidido establecer este plazo de seis meses, para ganar tiempo, al menos costo posible, en la confianza de que se imponga la sensatez. De ser así, si se produce alguna modificación, podría estudiarse una restructuración del negocio, con lo que veríamos “si podemos mantener todo, una parte o ninguna de sus actividades.

Como el Sr. Mezquita nos recordaba que el ERE se presentaba como una manera de no gravar más la economía de la empresa, le preguntamos desde el comité, si podría disminuirse su duración, por ejemplo  de seis meses a tres, para no agravar excesivamente la economía de los trabajadores afectados. Para dar una respuesta, el Sr. Mezquita exigía, como cuestión previa, que el comité de empresa aceptara el ERE y después lo concretaría. A última hora lo acabo situando como posible, pero sin ningún compromiso por su parte, en cuatro meses. Pero para ello añadía una nueva exigencia: que aceptáramos una posible prórroga del expediente. Se lió un poco en su respuesta y, aunque después lo negaba, lo que en realidad nos proponía, podría superar, si se daban las circunstancias, los seis meses iniciales.

Para que no haya dudas, lo que UGT propone es una duración de 3 meses, sin que tengan que aceptarse prórrogas. Si se diera  esa circunstancia, no le sería muy difícil a la empresa, con la actual legislación, conseguirlas.

Le apuntamos la posibilidad de compartir “sacrificio salarial” con los trabajadores afectados por el ERE. Tanto para esto como para discutir sobre si tres, cuatro o seis meses, nos remitió a una próxima reunión que se celebraría el próximo viernes por la tarde, una vez que lo analice y lo consulte. Manifestó su intención de asistir a esta reunión, siempre que encuentre avión a una hora conveniente, pues tiene unos compromisos ineludibles por la mañana en Madrid. En tal caso, delegaría en otra persona.

Solo nos queda insistir en la importancia de la presencia de todos en  los actos programados. Es vital para la defensa de nuestros puestos de trabajo. 

TODOS A LAS MANIFESTACIONES Y CONCENTRACIONES