17 noviembre 2011

Reflexiona, si te dejan



Viñeta de Vergara publicada en Público Las elecciones del 20 de noviembre se celebran en un momento complicado, desde el punto de vista económico y político no solo en España, sino en toda la Comunidad Europea. La crisis de Europa afecta a nuestro país, pero también al futuro y a la credibilidad de la CE, como tal. Y amenaza con una casi segura recesión. 

En España, las encuestas siguen pronosticando el triunfo del Partido Popular, pero  muestran además otro dato importante: más del 60 % de los encuestados da como seguro que habrá  recortes sociales; copago en la sanidad; mayor alejamiento del estado de bienestar… lo que se traduce, con independencia de la tendencia política de cada uno, en una falta de ilusión, en una falta de fe en la salida de esta crisis, con otras política que no sea únicamente las de recortes.

Las políticas de austeridad puestas en práctica por la CE y el FMI, desarrolladas en España por el gobierno de Zapatero, han llevado a la desesperación a muchos trabajadores, transformándose en la falta de apoyo a uno de los partidos que tradicionalmente les representaba.

En contraste, quienes de verdad tienen “ilusiones y buenas vibraciones” son los empresarios y los sectores para los que la crisis se ha convertido en una gran oportunidad, incluso en un gran negocio. El PP ha logrado el respaldo del empresariado con las promesas de reformas laborales, recogiendo su programa muchas de las reivindicaciones de la CEOE, cuyos miembros consideran la probable victoria del PP, como el paso que les faltaba para tener la gran oportunidad esperada durante muchos años, objetivo, que nadie se imaginaba posible al comienzo de esta crisis, como hemos comentado aquí en numerosas ocasiones.

Esto está presentando una circunstancia curiosa en esta campaña, y es que Rubalcaba esté librando una batalla, casi a la desesperada frente al PP, por reconducir la situación, desde un cambio de orientación hacia un perfil más de izquierdas, de lo que ha representado Zapatero durante esta crisis.

Por otra parte el PP, es decir Mariano Rajoy, continúa siendo un enigma a escasos días de las elecciones, incluso después del famoso debate, donde respondió con fórmulas vagas, eludiendo los temas farragosos, para abordar otros más cómodos, como la luz que instaló en Galicia y lo bonito que eran los pueblos de Cádiz. Pero debemos acudir a contemplar a sus correligionarios para saber lo que van a hacer, por ejemplo, el presidente de Baleares, José Ramón Bauzá, dice “Sabemos lo que hay que hacer y lo vamos a hacer y por eso hacemos lo que hemos dicho que íbamos a hacer…” No es que aclare mucho, pero nos da una idea bastante aproximada de lo que piensa, si es que piensa, porque a lo mejor ha dicho lo que le han dicho que tiene que decir para cumplir con lo que le han dicho que diga. Pues algo así es lo que repiten todos los de esta parte del abanico.

Esta temporada se llevan las frases lapidarias: “gobernar como dios manda”, “se acabó la fiesta”, “se ha acabado el café gratis para todos”, esta última del presidente de la patronal madrileña, Arturo Fernández, muy cercano a Esperanza Aguirre. Veamos lo que entiende este señor por café gratis: ve imprescindibles “los recortes sociales, el copago en sanidad y dependencia, la racionalización del gasto sanitario y el transporte público, que es muy barato. Debe haber más presencia del sector privado en lo público, y confía en que las reformas sean contundentes y lleven cambios brutales, aunque no gusten a los ciudadanos”. La reformas efectuadas por el actual gobierno, las califica de “reformitas” y dice que a los empresarios lo que les gusta es contratar  “pero para ello se nos tiene que poner una autopista de facilidades”. ¿Qué habrá querido decir?

Ahora ya lo entendemos mejor, este representante de la patronal no se refiere a irse del bar sin pagar, sino a la desaparición del estado del bienestar, pero se olvida de que no es gratis, lo pagamos con nuestros impuestos. A lo mejor él no los paga y por eso creía que era gratis. Sin embargo, no dice cuál será la aportación de la CEOE, en esta especie de ronda que entre todos vamos a pagar “a escote”.

Con respecto el referéndum que se propuso en Grecia, para aprobar los recortes, ha apuntado el señor Montoro, responsable económico del PP: "Preguntarle a la gente de un país si hay que hacer reformas o no, no entiendo cómo puede ser la gran dificultad", y ha recordado que en España la pregunta que se va a hacer a los ciudadanos es "en forma de elecciones generales, el 20 de noviembre".  O sea, quien vota PP ¿ya vota recortes? Pues eso parece.

No obstante, no creemos que la probable victoria del PP, sea producto de un mayoritario apoyo social a la política de recortes, ni siquiera que sea achacable a la apatía. Es más probable que sea consecuencia del fracaso de una política de izquierdas o socialdemócrata, que  el gobierno de Zapatero solo desarrolló en su primer mandato, en el segundo…

Pese a los cambios en los gobiernos de Italia, Grecia y seguramente España, la situación sigue complicándose, cada día es más evidente que la UE está al borde de la recesión, y lo más probable es que de ella  pasemos a la depresión. En esta situación, el PP y los empresarios proponen bajar los impuestos a los ricos… y los sueldos a los trabajadores; cayendo en saco roto recomendaciones sobre la reforma fiscal de prestigiosos economistas. Dice el catedrático de economía Vicenç Navarro “Si España tuviera la misma política fiscal que Suecia, el Estado español ingresaría 200.000 millones de euros más de los que recibe”.

A todo esto, el Sr. Fernández Ordóñez, gobernador del Banco de España, nos esta privando de sus sabias recomendaciones sobre reformas laborales o recortes de pensiones, a las que tan dado era no hace tanto. Quizás ahora  esté ocupado con su verdadera tarea: la crisis de bancos y cajas de ahorros. Incluidas las pensiones millonarias de sus directivos. Tomamos prestada otra interesante reflexión, esta vez del periodista Ignacio Escolar, quien se pregunta: “¿Cómo es posible, que ese mismo sector financiero enfermo, rescatado con dinero público, no haya dejado de repartir beneficios? “ Y cita el caso de Novacaixagalicia que declaró haber ganado 146 millones en 2010; o el de  Caja del Mediterráneo, que se apuntó en el último ejercicio 244 millones de beneficios. Unos meses después, ambas cajas fueron intervenidas. ¿Asumirán alguna responsabilidad los políticos que nombraron a los consejeros firmantes de esos balances amañados? ¿Lo hará el supervisor que dio su visto bueno desde el Banco de España?

Y mientras unos reparten consejos y recomendaciones, y otros, aunque algunos coincidan, se reparten la pasta; los trabajadores ni hemos tomando café, ni hemos estado de fiesta, eso si, la vamos a tener que pagar. El capital se está concentrando en preservar sus beneficios a costa de una intensificación de la pérdida de derechos, lo que va empeorar nuestras condiciones de vida.  No tienen suficiente con los recortes realizados hasta ahora, ni con cinco millones de parados. Casi un millón y medio de familias tienen a todos sus todos sus miembros sin trabajo; los ingresos medios anuales de los hogares han caído un 4,4% respecto a 2010; los desahucios masivos y la precariedad laboral han aumentado considerablemente. Pues todavía quieren más, todavía tenemos los trabajadores que asumir una mayor contribución. ¿No sería más lógico que cada uno apechugue con lo suyo? Sería mucho más justo que en esta ocasión, pagáramos de verdad a escote, es decir, que cada uno pague por lo que ha consumido.
Tras el 20-N, si el resultado es el que se augura, intentarán desde el primer minuto, como se está viendo en las comunidades en las que dominan, sacar el máximo provecho de su supuesta “legitimación”, para hacer recortes, reformas... y “amigos”, que también harán alguno. Lo vamos a ver incluso en Cantabria, donde da la impresión de que se esta esperando a ese día, para empezar a gobernar. Esperamos que desde Madrid les den el pistoletazo de salida y nos den buenas noticias sobre el Bioetanol.

Ante lo que parece avecinarse, los sindicatos, en un acto conjunto de UGT y CC.OO, han querido llamar la atención al gobierno que salga de las urnas el 20-N, advirtiéndole de que, en un contexto de recortes "los gobiernos envejecen muy rápidamente", por lo que sería preciso cambiar las políticas económicas de ajuste, por otras de estímulo para salir de la crisis, pues los cambios de gobierno por sí mismos no son suficientes, han de cambiarse las políticas. 

Solo tenemos que fijarnos en los cambios de gobierno habidos últimamente en Europa, y lo poco que ha tardado la famosa prima de riesgo en dar su opinión al respecto, subiendo y batiendo reiteradamente su récord.

Hablando de la prima de riesgo, hace unos meses nos decían desde el PP, que la culpa de su ascenso  en España, se debía a que los mercados no se fiaban de Zapatero y pedían un adelanto electoral. No queremos ser negativos, pero no parece que a 48 horas de su previsible triunfo, se fíen mucho del PP esos mismos mercados. Ni creemos que, si llega ese triunfo apabullante, el 21N la prima de riesgo baje a 120 y ¡mira que nos gustaría! 

Salvo que pasen por el aro que esta tejiendo la patronal, poco eco van a tener los llamamientos al diálogo social realizados desde los sindicatos, quienes muestran especial oposición a la priorización del convenio de empresa, que apoyan PP y CEOE y que dejarían desprotegidos a los trabajadores de las pymes y microempresas, actualmente acogidos a los convenios colectivos sectoriales. El 74.8% de los 2.292 registrados hasta octubre, eran convenios de empresa. Ese es  el “mantra” que agita la patronal para justificar una nueva reforma de la Negociación Colectiva.

¿Alguien puede creerse que en una empresa de seis personas vaya a negociarse un convenio? No es más que una maniobra para  facilitar que los empresarios negocien/impongan salarios a la baja, una de las máximas aspiraciones de la CEOE.

En la filosofía de sindical de UGT no  entra  pedir el voto para ningún partido, pero desde la Sección Sindical de Sniace lo que si pedimos es la participación, que todos acudamos a votar. Es un derecho al que bajo ningún concepto debemos renunciar, porque como dijo el ex Primer Ministro Británico Sir David Lloyds George: Las elecciones, a veces, son la venganza del ciudadano. La papeleta es un puñal de papel.