13 abril 2012

Solo ante el peligro?

El Sr. Colio, actuando como introductor de la reunión celebrada en el día de ayer con el Presidente D. Blas Mezquita, resumió lo que ha sido hasta ahora la negociación del convenio, en la que él había pretendido trasladar al comité de empresa la realidad de la situación económica de Sniace. Reconociendo que no había tenido mucho éxito, en parte debido a los datos facilitados por la propia empresa a la CNMW, y en parte porque las fábricas están a pleno rendimiento. Con estos mimbres, era muy complicado trasmitir las perspectivas para el 2012, por ello había optado porque fuera el máximo responsable de la empresa, si así lo consideraba oportuno, quien nos pusiera al corriente de la situación desde una posición de mayor credibilidad.

Efectivamente el Sr. Mezquita ha acudido a la llamada y ha sido él quien, en plena negociación del convenio colectivo, ha convocado a los representantes de los trabajadores para explicarles “como está la cosa”. No existen precedentes (que recordemos), de intervenciones a tan alto nivel en medio de una negociación. Desconocemos el razonamiento que le/les ha llevado a esta intervención, y aunque agradecemos la información que nos ha facilitado, no hemos descubierto, todavía, el objetivo. Se trataba, suponemos, de fortalecer la figura de su negociador, de dar validez a sus afirmaciones y cual Julio Cesar tras cruzar el Rubicón gritaba a sus huestes, en este caso a sus trabajadores aquello de “La suerte está echada”.  Arturo González, columnista de Público utilizaba hace unos días al “tío la vara”, personaje del humorista José Mota que va de justiciero, para atizar a los responsables económicos del PP por los recortes. Algo parecido intuimos que ha pretendido el Sr. Mequita: aparecer en plan justiciero para apoyar al Sr Colio, en la negociación del convenio.
Habrá quien piense que ha venido a algo más que apoyar al negociador. Pues si, en su papel de Presidente de la compañía nos ha explicado las circunstancias económicas que “algunos no queremos entender”, aunque enmarcándolas más o menos disimuladamente, en la negociación del convenio y matizando que él no estaba aquí para negociar dicho convenio.
Su intervención comenzó con la interpretación de los resultados del pasado año, para lo cual lo dividió en dos semestres, comparando lo ocurrido en ese 2011 con las perspectivas para 2012, enmarcándolo en el panorama económico de la crisis. Puso especial énfasis en la situación de los mercados Chinos, y la incertidumbre que está provocando el posible bloqueo de estrecho de Ormuz, con la consiguiente elevación del precio del petróleo, lo que vendría a sumarse al desorbitado aumento de precios de las materias primas, y el elevado coste generado por el funcionamiento de la depuradora.
Hasta aquí, todo concordaba con lo manifestado por el Sr. Colio en el trascurso de las reuniones de negociación del convenio. Lo que ni menciona, ni responde cuando se le pregunta, es sobre la incidencia que puedan tener los Prepuestos del Estado en nuestro convenio, como nos apuntaba su portavoz en la mesa negociadora. Como siempre, el Sr. Mezquita controla mucho y no dice nada que no quiera decir, aunque es posible que en esta ocasión se la haya ido un poco la mano. Nos recordaba al Ministro de Economía, quien a preguntas sobre los recortes respondía con una advertencia: "Como vengan otros a hacer los presupuestos va a ver ustedes lo que es un ajuste de cuentas".
Como es lógico, solicitó prudencia en la divulgación de los datos que nos proporcionaba, sin embargo no parecía tener inconveniente en que lo explicáramos a los trabajadores en una asamblea ¿por qué será? Que nadie se asuste, dejó claro que las perspectivas no eran buenas, pero eso ya lo sabíamos antes de escucharle. Seguimos pensado que el Sr. Colio, “no da puntada sin hilo” y Mezquita muchísimo menos.
Para finalizar hablamos de la parada de verano, el bioetanol, inversiones y contrato de relevo. Por nuestra parte dejamos claro que no renunciamos a un convenio justo, que somos conscientes de la situación de crisis por la que atraviesa nuestro país, pero si los trabajadores nos apoyan, estamos dispuestos a pelear por lo nuestro, comprendiendo las dificultades pero sin dramatizar. Entendemos las palabras del presidente, entendemos que en Sniace estamos en una economía de guerra, al fin y al cabo somos los que la padecemos, pero dentro de las formas que han presidido las negociaciones en Sniace, creemos que es posible. Como le dijimos en el trascurso de la reunión, esperamos que la empresa salga de su cerrazón y modifique su planteamiento.