17 mayo 2012

Los trabajadores apoyan la convocatoria de huelga en Sniace

Esto del sindicalismo últimamente da pocos momentos de satisfacción, pero hoy ha sido una de esas tardes en las que uno puede decir claramente que nos sentimos reconfortados. La asamblea se ha desarrollado, con una muy buena asistencia, tal vez una de las mejores de los últimos años, nos recordaba a las celebradas allá por el año 2007, con ocasión de la retirada de la licencia de vertidos. Sin embargo, hemos tenido que volver a este grado de inquietud entre los trabajadores, parece que nuestro signo es tener que pelear hasta el último euro.

La verdad es que tenemos que sentirnos satisfechos de tener un puesto de trabajo, pero es lamentable tener que estar trabajando siempre para pagar multas, cánones, fogasas, etc. A veces uno se deja llevar por la imaginación y trata de ver cómo sería esta empresa, si todo este esfuerzo de la plantilla pudiera dedicarse a inversiones productivas, pero parece que nos persigue la mala suerte: cuando alcanzamos a ver un poco de luz al final del túnel, algo se nos cruza en el camino y nos amarga la fiesta.

Pero dejemos de especular y vayamos a la asamblea de trabajadores y a las decisiones que ha tomado. El Comité la había convocado para informar de los nulos avances habidos en la negociación del Convenio Colectivo. Previamente se había reunido para analizar la situación y decidir la estrategia a seguir para presentarla a los trabajadores y solicitar su aprobación. El pleno del Comité aprobó por unanimidad la adopción de medidas de presión, propuesta que fue presentada a los trabajadores, quienes la recibieron con buen estado de ánimo y espíritu de lucha, aprobándola, también por unanimidad. Ciertamente era previsible que así ocurriera, pues la oferta de la empresa de rebajar un 10% los salarios, no es precisamente atractiva. Si alguien esperaba un debate encarnizado, o el rechazo de los trabajadores, no apoyando a su Comité de Empresa, se habrá sentido defraudado. 

Pese a las manifestaciones de nuestro presidente, la cruda realidad es la que tenemos sobre la mesa, y eso es lo trasmitido a los trabajadores por sus representantes. La empresa ni entiende ni valora el gesto y el esfuerzo realizado por los representantes de los trabajadores al rebajar en la última reunión nuestras pretensiones salariales. Continúa insistiendo en que es inalcanzable para sus posibilidades. Tampoco ha sido posible trasladar a la asamblea si es posible o imposible la consecución de alguna de las otras reivindicaciones incluidas en la Plataforma porque no hay nada, la empresa se ha permitido el lujo de despreciar las peticiones de sus trabajadores, no ya sin hacer una sola concesión, sino haciéndoles esa oferta que todos conocemos: rebaja de un 10% en los salarios.

Es posible que a este giro que un buen día dio la negociación, haya quien no le esté dando la importancia debida, pero puede ser clave en el futuro y añadir una mayor dificultad a la posibilidad de alcanzar el objetivo, que no es otro que lograr un acuerdo. No obstante, consideramos que aún hay oportunidades para poder alcanzarle, la posición del Comité no es definitiva, y la de la empresa no debe serlo. Veremos si es sincero ese deseo, manifestado públicamente, de alcanzar un acuerdo o vienen con alguna trampilla, a la que aunque seamos menos pícaros, intentaremos no sucumbir.

En los próximos días, procederemos a registrar la convocatoria de huelga, que como se aprobó en la asamblea consiste en dos semanas de paro: una para el mes de junio, desde el día 11 al 17 y la otra del 27 de agosto al 2 de septiembre.

Únicamente pretendemos un convenio justo, aunque tenemos los pies en el suelo, y somos conscientes de que por mucho entusiasmo que pongamos, no vamos a llevarnos una alegría cada vez que miremos nuestra nómina, pero tenemos claro nuestro objetivo: vamos a pelear por una subida salarial digna, no vamos a cambiar cromos. No aceptaremos la retirada de la bajada de sueldos, como única fórmula para solucionar las diferencias.