El
Sr. Colio, actuando como introductor de la reunión celebrada en el día
de ayer con el Presidente D. Blas Mezquita, resumió lo que ha sido hasta
ahora la negociación del convenio, en la que él había pretendido
trasladar al comité de empresa la realidad de la situación económica de
Sniace. Reconociendo que no había tenido mucho éxito, en parte debido a
los datos facilitados por la propia empresa a la CNMW, y en parte porque
las fábricas están a pleno rendimiento. Con estos mimbres, era muy
complicado trasmitir las perspectivas para el 2012, por ello había
optado porque fuera el máximo responsable de la empresa, si así lo
consideraba oportuno, quien nos pusiera al corriente de la situación
desde una posición de mayor credibilidad.
Efectivamente
el Sr. Mezquita ha acudido a la llamada y ha sido él quien, en plena
negociación del convenio colectivo, ha convocado a los representantes de
los trabajadores para explicarles “como está la cosa”. No existen
precedentes (que recordemos), de intervenciones a tan alto nivel en
medio de una negociación. Desconocemos el razonamiento que le/les ha
llevado a esta intervención, y aunque agradecemos la información que nos
ha facilitado, no hemos descubierto, todavía, el objetivo. Se trataba,
suponemos, de fortalecer la figura de su negociador, de dar validez a
sus afirmaciones y cual Julio Cesar tras cruzar el Rubicón gritaba a sus
huestes, en este caso a sus trabajadores aquello de “La suerte está echada”. Arturo González, columnista de Público utilizaba hace unos días al “tío la vara”,
personaje del humorista José Mota que va de justiciero, para atizar a
los responsables económicos del PP por los recortes. Algo parecido
intuimos que ha pretendido el Sr. Mequita: aparecer en plan justiciero
para apoyar al Sr Colio, en la negociación del convenio.
Habrá
quien piense que ha venido a algo más que apoyar al negociador. Pues
si, en su papel de Presidente de la compañía nos ha explicado las
circunstancias económicas que “algunos no queremos entender”, aunque
enmarcándolas más o menos disimuladamente, en la negociación del
convenio y matizando que él no estaba aquí para negociar dicho convenio.
Su
intervención comenzó con la interpretación de los resultados del pasado
año, para lo cual lo dividió en dos semestres, comparando lo ocurrido
en ese 2011 con las perspectivas para 2012, enmarcándolo en el panorama
económico de la crisis. Puso especial énfasis en la situación de los
mercados Chinos, y la incertidumbre que está provocando el posible
bloqueo de estrecho de Ormuz, con la consiguiente elevación del precio
del petróleo, lo que vendría a sumarse al desorbitado aumento de precios
de las materias primas, y el elevado coste generado por el
funcionamiento de la depuradora.
Hasta
aquí, todo concordaba con lo manifestado por el Sr. Colio en el
trascurso de las reuniones de negociación del convenio. Lo que ni
menciona, ni responde cuando se le pregunta, es sobre la incidencia que puedan tener los Prepuestos del Estado en nuestro convenio,
como nos apuntaba su portavoz en la mesa negociadora. Como siempre, el
Sr. Mezquita controla mucho y no dice nada que no quiera decir, aunque
es posible que en esta ocasión se la haya ido un poco la mano. Nos
recordaba al Ministro de Economía, quien a preguntas sobre los recortes
respondía con una advertencia: "Como vengan otros a hacer los presupuestos va a ver ustedes lo que es un ajuste de cuentas".
Como
es lógico, solicitó prudencia en la divulgación de los datos que nos
proporcionaba, sin embargo no parecía tener inconveniente en que lo
explicáramos a los trabajadores en una asamblea ¿por qué será? Que nadie
se asuste, dejó claro que las perspectivas no eran buenas, pero eso ya
lo sabíamos antes de escucharle. Seguimos pensado que el Sr. Colio, “no da puntada sin hilo” y Mezquita muchísimo menos.
Para
finalizar hablamos de la parada de verano, el bioetanol, inversiones y
contrato de relevo. Por nuestra parte dejamos claro que no renunciamos a
un convenio justo, que somos conscientes de la situación de crisis por
la que atraviesa nuestro país, pero si los trabajadores nos apoyan,
estamos dispuestos a pelear por lo nuestro, comprendiendo las
dificultades pero sin dramatizar. Entendemos las palabras del
presidente, entendemos que en Sniace estamos en una economía de guerra,
al fin y al cabo somos los que la padecemos, pero dentro de las formas
que han presidido las negociaciones en Sniace, creemos que es posible.
Como le dijimos en el trascurso de la reunión, esperamos que la empresa
salga de su cerrazón y modifique su planteamiento.