03 septiembre 2013

Arasti, yo me lo guiso y yo me lo como

Según ha afirmado este lunes el Consejero de Industria, Eduardo Arasti, “las dos turbinas de Sniace van a poder recibir ayudas a la cogeneración a partir del mes de febrero de 2016 con lo que la empresa podría seguir funcionando a pleno rendimiento”. Con este discurso de que todo está resuelto, lleva este señor más de cuatro meses, aunque en las últimas semanas, ha introducido un nuevo concepto: el de que Sniace “ha recibido en los últimos cinco años más de 130 millones de euros en ayudas a la cogeneración”. Pese a que se lo explicaron en la reunión tripartita, vuelve a incidir en el tema. TODO lo da por conseguido por parte del Gobierno de Cantabria, cuando la realidad es que TODO ESTÁ PROMETIDO, pero NADA se ha materializado aún, y ni siquiera sabemos cuándo se podrá materializar. Esto último sí que es un axioma, que hoy por hoy, nadie podemos rebatir.

Según el Sr. Aresti, otras empresas con cogeneraciones “han obtenido beneficios”. Tendrá razón, seguro que entre las casi 800 cogeneraciones que hay en España “alguna tiene beneficios”, pero el resto, y sus patronales ACOGEN o ASPAPEL, continúan quejándose de la reforma energética y no les hemos oído decir nada parecido a la teoría del Sr. Arasti, ni siquiera la contemplan como la hipótesis más realista para el futuro. Si todo está solucionado, porqué se va a modificar todo este desaguisado del “céntimo verde” para todo el sector. Si como dice el consejero, todas las cogeneraciones, incluidas las empresas cántabras, tienen beneficios, porqué muestran su desacuerdo con la reforma. No será que la única diferencia entre ellos y nosotros, es que nosotros no solo perdemos dinero, sino que además esta situación nos lleva al hundimiento irremediable?

Han acabado convirtiendo un hecho como el de la crisis “económica interna”, en una verdad a medias, para “influenciar y manipular” a la opinión pública, no contra Sniace, sino contra sus trabajadores que son los únicos que están luchando por la pérdida de los puestos de trabajo de Sniace y de la comarca. Los reproches a la dirección son demagogia, solo nosotros estamos haciendo frente a tanta desinformación, mientras la empresa calla y algunos políticos y”opinadores” dan por ciertas todas las mentiras sobre la reforma energética. Por cierto, alguno de estos podría explicarnos cómo una empresa puede elaborar planes de futuro, cuando dicha reforma se va conociendo por capítulos, como si se tratase de un “culebrón”. No parece lógico aprobar un decreto que modifica la ley anterior, y siete meses después, o un año vaya usted a saber, el reglamento que permita ponerle en práctica.

Los millones que dice el Sr. Arasti "que salen del bolsillo de todos los españoles” y que él llama ayudas a Sniace, no son exclusivamente para Sniace, sino como él sabe, para todas las empresas que generan la electricidad, incluidas las grandes productoras. Y estas últimas, sí que se llenan los bolsillos, con las espectaculares subidas de la luz propiciadas por este gobierno.

Mientras tanto, el sí que ignora y manipula nuestro principal argumento, que es en realidad la suma de todo esto de los impuestos sobrevenidos con la reforma energética, más nuestra propia crisis, más la parada de la fábrica. Todo junto sí que hace que tengamos una crisis muy grave. El resultado de esta suma, sí que impide que podamos hacer a medio plazo, lo que él exige: "cambiar las pérdidas por beneficios”. 

Para variar, podía dejar tanto discurso sobre los gestores, ya que tan claro tiene que son malísimos, y ponerse a otra tarea más positiva para nosotros: conseguir un buen inversor, es posible que fuera una tarea más propia de un Consejero de Industria. También podría “ficharle” el Consejo de Administración, para dirigir los destinos de Sniace. Si la CNMV le admitiera presentar esas cuentas de la lechera que él hace, consignando solo los ingresos e ignorando los gastos, pronto pasaríamos de las pérdidas a los beneficios sin necesidad de ningún mecenas externo.

Desde UGT, creemos que al estar incluido en su consejería el campo del turismo, tal vez el Sr. Arasti se haya dejado influir por ello y esté descubriendo su vocación de DJ, por lo que ha cogido un disco y no le suelta. Lo malo es que tras tantas semanas de uso, el disco se le está rayando y, o no lo tiene tan estudiado, o se le olvida. Parece que en Ferroatlántica “lo llevaba escrito”