Si todo va bien, se espera que para este fin de semana comience el tan deseado proceso de arrancada de Viscocel tras una parada de cinco años. Un largo proceso en el que ha pasado de todo y al que muchas personas han contribuido para que llegase a buen puerto, desde los compañeros que se jubilaron, hasta los que se reincorporaron y para ello se bajaron el sueldo. Precisamente por todos estos que aportaron su sacrificio e incluso se fueron, nos vais a permitir que hagamos un pequeño recordatorio.
Por estas fechas de noviembre en las que va arrancar Viscocel, pero del año 2013, teníamos un debate interesante entre los trabajadores y como punto culminante a la división sindical que había acaecido. Nos decían "que nos habíamos dado cuenta del error y, para escurrir el bulto, volvíamos a engañar a los trabajadores dándoles falsas esperanzas de una hipotética solución global". Y es que la referencia a una solución, empezaba a tomar cuerpo por entonces y las perspectivas para retomar las negociaciones para un posible acuerdo que abriera la fábrica iba ganado terreno tras una reunión que se había mantenido con el Sr. Gómez de Liaño. No quedaba ahí la cosa, añadían que hasta entonces solo habíamos “seguido una estrategia suicida… basada en las manifestaciones callejeras”. Mira por donde estas acusaciones se producían en el momento que la empresa solicitaba en dicha reunión y con urgencia, establecer un "frente común" para evitar el "riesgo real" de que el concurso de Sniace acabase en liquidación. Además de luchar por la continuidad de la fábrica y el mantenimiento de los puestos de trabajo. El concurso se les había escapado de las manos, esto último lo decimos nosotros, ellos lo reconocen por lo bajinis. El resultado de todo esto, 3 años más peleando por todos lados solos y culpables los de UGT, que según algunos todo lo estábamos haciendo mal…
Ya dijimos en su momento, que los despidos había sido un "plan premeditado" y que con firma o sin firma habríamos acabado despedidos. El primer objetivo de Sniace eran solo despedir, porque le salía más barato. Desde el comité de empresa se hicieron varias propuestas a la empresa para que solo hubiera jubilaciones y no de despidos, pero se rechazaron. Solo cabían despidos, los primeros tenían que ser los eventuales, por cierto. Como pudimos comprobar meses después no tenían un solo euro para nada y menos para las jubilaciones o las indemnizaciones, ya que se las colocaban al concurso de acreedores y al Fogasa. De hecho algún periodista cambio la frase sobre los despidos y título de “asesinato premeditado”.
Y es que el famoso concurso nos iba a salvar de todo y se convirtió en el mayor problema durante varios años. Quién no recuerda cuanto contábamos esos problemas en las asambleas y algunos trabajadores nos decían cansados ya: “esos problemas son vuestros, no son nuestros, a nosotros decidnos solo cuando arrancamos”. Al final incluso resultó que la deuda era mayor, de la que inicialmente nos dijeron.
Y es que tiene guasa tener que decir estas cosas a estas alturas cuando es comprobable que los dineros tardaron tres años en conseguirlos y sin dinero en esta vida no se puede hacer nada. Es decir, si hubiéramos aceptado la oferta de la empresa, las más de 100 prejubilaciones “nunca se hubieran llevado a efecto”, se habrían convertido, por tanto, en despidos a sumar a los otros previstos, NOS HUBIÉRAMOS ENCONTRADO CON MÁS 200 DESPIDOS. Además, si hubiese existido la posibilidad de haber firmado eso, por los derroteros en los que trascurrió el concurso, el resto les hubiera seguido pocos meses después. Ya sabéis lo que decía el Sr. Diego, Presidente de Cantabria por aquel entonces “sin aportación de la empresa no es posible la colaboración de la Administración en las jubilaciones”.
Contrariamente a lo que podría parecer no estamos diciendo esto por abrir un nuevo debate con los de siempre si no que sorprende que todavía a estas alturas y en vísperas de arrancar Viscocel, algún trabajador, no muchos, la verdad, siga en esta vía o les explique esto a los nuevos contratados.
Y es que uno tiene derecho a opinar, pero alguna vez tiene que acabar de ser negativo para todo y el empeño en reescribir la historia. Hace unos meses cuando ya había pasado lo peor e incluso se había hecho la primera ampliación de capital se sostenía… ¡no he visto yo que arranque Celltech! Cuando arranco esta… ¡sí, pero a ver si ahora vende algo y tiene clientes! Cuando esto cayó por su propio peso y se vende todo lo hacemos... ¡sí, pero igual ahora no invierten en Viscocel! (Tardaron un poco por la segunda ampliación, pero invirtieron y más de lo previsto) Y una vez más se cambió el discurso. ¡ya, pero arrancara al final! Se preguntaban…
Pues sí y día arriba o abajo, ya lo temenos ahí. De ello nos sentimos muy satisfechos los de UGT, ya que parece que somos culpables de todo entonces de esto también…
Como decíamos al principio este fin de semana comenzara el proceso de arrancada y, si todo marcha bien, sucesivamente el resto de departamentos, con una plantilla de trabajadores incluidos los eventuales “que entonces no había que contar con ellos” (según la empresa) y las nuevas incorporaciones. Hemos llegado aquí con mucho sacrificio por parte de los trabajadores y con una empresa a lo Curro Jiménez en todo lo relativo a las nóminas. Como decíamos el otro día y pese a que alguno no esté de acuerdo con nosotros, satisfechos del objetivo conseguido y orgullosos de aguantar todas las presiones e improperios que sufrimos para conseguirlo.
Y es que tiene guasa tener que decir estas cosas a estas alturas cuando es comprobable que los dineros tardaron tres años en conseguirlos y sin dinero en esta vida no se puede hacer nada. Es decir, si hubiéramos aceptado la oferta de la empresa, las más de 100 prejubilaciones “nunca se hubieran llevado a efecto”, se habrían convertido, por tanto, en despidos a sumar a los otros previstos, NOS HUBIÉRAMOS ENCONTRADO CON MÁS 200 DESPIDOS. Además, si hubiese existido la posibilidad de haber firmado eso, por los derroteros en los que trascurrió el concurso, el resto les hubiera seguido pocos meses después. Ya sabéis lo que decía el Sr. Diego, Presidente de Cantabria por aquel entonces “sin aportación de la empresa no es posible la colaboración de la Administración en las jubilaciones”.
Contrariamente a lo que podría parecer no estamos diciendo esto por abrir un nuevo debate con los de siempre si no que sorprende que todavía a estas alturas y en vísperas de arrancar Viscocel, algún trabajador, no muchos, la verdad, siga en esta vía o les explique esto a los nuevos contratados.
Y es que uno tiene derecho a opinar, pero alguna vez tiene que acabar de ser negativo para todo y el empeño en reescribir la historia. Hace unos meses cuando ya había pasado lo peor e incluso se había hecho la primera ampliación de capital se sostenía… ¡no he visto yo que arranque Celltech! Cuando arranco esta… ¡sí, pero a ver si ahora vende algo y tiene clientes! Cuando esto cayó por su propio peso y se vende todo lo hacemos... ¡sí, pero igual ahora no invierten en Viscocel! (Tardaron un poco por la segunda ampliación, pero invirtieron y más de lo previsto) Y una vez más se cambió el discurso. ¡ya, pero arrancara al final! Se preguntaban…
Pues sí y día arriba o abajo, ya lo temenos ahí. De ello nos sentimos muy satisfechos los de UGT, ya que parece que somos culpables de todo entonces de esto también…
Como decíamos al principio este fin de semana comenzara el proceso de arrancada y, si todo marcha bien, sucesivamente el resto de departamentos, con una plantilla de trabajadores incluidos los eventuales “que entonces no había que contar con ellos” (según la empresa) y las nuevas incorporaciones. Hemos llegado aquí con mucho sacrificio por parte de los trabajadores y con una empresa a lo Curro Jiménez en todo lo relativo a las nóminas. Como decíamos el otro día y pese a que alguno no esté de acuerdo con nosotros, satisfechos del objetivo conseguido y orgullosos de aguantar todas las presiones e improperios que sufrimos para conseguirlo.