Que te manden al desempleo o que te cancelen el contrato, es un asunto serio y no un motivo para frivolizar con ello, en Sniace se tiene amplia experiencia. Pero nos vais a permitir una pequeña licencia, porque la actitud de la empresa dando un ultimátum con su última oferta, nos ha recordado la famosa frase de Groucho Marx: “Éstos son mis principios, pero si no le gustan no se preocupe que tengo otros”. Pero si se prefiere el refranero, este la clava “Si no quieres una taza, taza y media”.
Sabéis que el viernes se celebró la última reunión del ERTE donde la empresa mantenía la duración un año, con un máximo de 18 semanas por trabajador, pero con una serie de líneas rojas que se tenían que cumplir y que afectaban a la recuperación de los precios de la celulosa, la salida de stocks, etc. Si alguna de ellas no se cumplía se volvería a las 20 semanas.
Por parte del comité se había planteado 60 días con una duración de seis meses y no de un año, además de que completase el salario y las vacaciones o parrillas fuera del periodo del ERTE. La empresa lo rechazo de plano y el comité hace una nueva propuesta, consistente en: 77 días de expediente por trabajador, que completase hasta el 100%, pero de las pagas y que la empresa solo disponga del 40% de las vacaciones, además de que no se pierda la parte proporcional de estas, cuando se esté en el desempleo.
Después de un receso solicitado por la empresa, finalmente también es rechazada. Pero al mismo tiempo la empresa presenta un ultimátum, diciendo que la propuesta que hace, era " la última y definitiva oferta”, que de no ser aceptada se volvería a las condiciones inicialmente presentadas, además de cerrar la puerta a seguir negociando. Y que consistía: en un ERTE de un año de duración para 229 trabajadores, con un máximo de 91 días por operario y un mínimo de cinco semanas, y el 60% de las vacaciones. Donde se perderían las vacaciones y parrillas no generadas. Si esto no era aceptado por el comité y como decíamos al principio, la empresa aplicaría la propuesta inicial de un ERTE de 20 semanas. El órdago que presentaba la empresa era simple, pero efectivo en cuanto a la presión, asumís las 13 semanas o cascamos las 20.
Si con esto no fuera suficiente, cada vez que salia el tema de las paradas o el número de estas, hacen un tótum revolútum, mezclando los días de desempleo con la acumulación en bloque para su disfrute, de las vacaciones y parrillas, que hace que esto no se cómpreda.
A nosotros esta insistencia con las vacaciones o parrillas, más que una necesidad para las paradas, nos recuerda a un mantra que tiene el Director de RR.HH con estos asuntos y que ha repetido mucho estos meses atrás. Que resumido consiste en que se gasten cuando él quiera y al margen de calendarios o convenios, insistiendo mientras se disfruten, qué más da la forma de cogerlas. Como comprenderéis son unos derechos de todos los trabajadores españoles, que en nada repercute en la marcha económica de la empresa. Vamos que durante 30 años se hicieron unos calendarios donde se establecían las fechas, “POR PARTE DE LA EMPRESA”, eso sí, repartidas proporcionalmente a lo largo del año y no generaron ningún problema. Vamos que estos comentarios u otros, como el cobro de pluses, son fobias del Director de RR.HH, con una repercusión ridícula en los problemas o las cuentas de Sniace.
Por estas cosas y algunas más, era los motivos por los que se quería tener la reunión con el Sr. Vallina, ahora ya sabemos algo más, que no quiere ni ver al comité o por lo menos es lo que nos ha trasmitido la empresa.
Sabéis que el viernes se celebró la última reunión del ERTE donde la empresa mantenía la duración un año, con un máximo de 18 semanas por trabajador, pero con una serie de líneas rojas que se tenían que cumplir y que afectaban a la recuperación de los precios de la celulosa, la salida de stocks, etc. Si alguna de ellas no se cumplía se volvería a las 20 semanas.
Por parte del comité se había planteado 60 días con una duración de seis meses y no de un año, además de que completase el salario y las vacaciones o parrillas fuera del periodo del ERTE. La empresa lo rechazo de plano y el comité hace una nueva propuesta, consistente en: 77 días de expediente por trabajador, que completase hasta el 100%, pero de las pagas y que la empresa solo disponga del 40% de las vacaciones, además de que no se pierda la parte proporcional de estas, cuando se esté en el desempleo.
Después de un receso solicitado por la empresa, finalmente también es rechazada. Pero al mismo tiempo la empresa presenta un ultimátum, diciendo que la propuesta que hace, era " la última y definitiva oferta”, que de no ser aceptada se volvería a las condiciones inicialmente presentadas, además de cerrar la puerta a seguir negociando. Y que consistía: en un ERTE de un año de duración para 229 trabajadores, con un máximo de 91 días por operario y un mínimo de cinco semanas, y el 60% de las vacaciones. Donde se perderían las vacaciones y parrillas no generadas. Si esto no era aceptado por el comité y como decíamos al principio, la empresa aplicaría la propuesta inicial de un ERTE de 20 semanas. El órdago que presentaba la empresa era simple, pero efectivo en cuanto a la presión, asumís las 13 semanas o cascamos las 20.
Si con esto no fuera suficiente, cada vez que salia el tema de las paradas o el número de estas, hacen un tótum revolútum, mezclando los días de desempleo con la acumulación en bloque para su disfrute, de las vacaciones y parrillas, que hace que esto no se cómpreda.
A nosotros esta insistencia con las vacaciones o parrillas, más que una necesidad para las paradas, nos recuerda a un mantra que tiene el Director de RR.HH con estos asuntos y que ha repetido mucho estos meses atrás. Que resumido consiste en que se gasten cuando él quiera y al margen de calendarios o convenios, insistiendo mientras se disfruten, qué más da la forma de cogerlas. Como comprenderéis son unos derechos de todos los trabajadores españoles, que en nada repercute en la marcha económica de la empresa. Vamos que durante 30 años se hicieron unos calendarios donde se establecían las fechas, “POR PARTE DE LA EMPRESA”, eso sí, repartidas proporcionalmente a lo largo del año y no generaron ningún problema. Vamos que estos comentarios u otros, como el cobro de pluses, son fobias del Director de RR.HH, con una repercusión ridícula en los problemas o las cuentas de Sniace.
Por estas cosas y algunas más, era los motivos por los que se quería tener la reunión con el Sr. Vallina, ahora ya sabemos algo más, que no quiere ni ver al comité o por lo menos es lo que nos ha trasmitido la empresa.
Últimamente se ve en los medios de comunicación, personas hablando sobre la empresa, insistiendo “en que hay que acabar con los vicios ocultos de Sniace”, es una frase a la que se recurre, pero que nadie ha explicado a que se refieren en concreto. Pero tenemos la impresión que algunos lo están utilizando para señalar a los trabajadores, pese a las bajada salarial o que no depende de nosotros si la maquina da más producción o el mercado está o no está en crisis.
Por eso y otras cosas, en la reunión de por la tarde del Comité se decidió pensando en los problemas que todavía tenemos por delante, que era imprescindible mantener la unidad de comité y trabajadores. Estaba en juego que te aplicaran 13 o 20 semanas, con lo que esto representa para los afectados. Por tanto que estos últimos en la asamblea, decidieran si habría que aceptar la propuesta o no. Y que con independencia del resultado de dicha decisión, la asumiría el comité y la haría suya.
Con el final conocido por todos, que fue aceptada a regañadientes, por la presión ejercida por la empresa.