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El Gobierno reconoce que no saldremos de la crisis hasta 2014 ó 2015; la prima de riesgo bate un nuevo record situándose en 610 puntos; Alemania cifra el rescate “total” de España en 300.000 millones. Aunque todo esto lo supimos un poco más tarde, con ese telón de fondo se celebró la reunión con el Sr. Mezquita para hablar del convenio colectivo. Antes de entrar en materia, quiso el Sr. Mezquita dejar claro, y lo remarcó, que no estaba aquí para negociar el convenio colectivo, sino para aclarar la situación, desde el punto de vista de las perspectivas económicas.
Por tanto las noticias aparecidas en la “prensa sobre el interlocutor en el convenio”, no se ajustaban a la realidad. Una cosa es que el presidente se reúna con el Comité de Empresa, para facilitar datos económicos, y otra bien distinta, es que el “presidente de la compañía sea el interlocutor del convenio”. Mostró especial interés en dejar claro que el interlocutor y por tanto, el representante de la empresa en la negociación del convenio colectivo, era el Sr. Colio. No es su intención, manifestó, “alterar esta situación” sino todo lo contrario, “reforzarla” “reafirmándole” y ayudándole, eso sí, en las explicaciones económicas, que él como Presidente de la compañía, conoce mucho mejor, y porque esto es lo que requiere la gravedad de la situación por la que atravesamos.
Una vez marcado el terreno de juego, que según él esta encharcado y el barro nos llega a todos hasta el cuello, retomó el argumento económico, verdadero motivo de su desplazamiento, haciendo un recorrido por la situación de crisis que atraviesa el país, propiciaba por un entorno muy complicado, que nos está generando grandes dificultades. Para nadie es un secreto que la empresa está en pérdidas, que continúan agravándose a lo largo de este segundo trimestre. Lamenta que se pongan en duda los datos que se nos facilitaba, porque Sniace presenta sus datos en la CNMV y es una empresa auditada, lo que significa que sus datos son plenamente fiables y trasparentes. Llegó a decir que considera la duda sobre los datos facilitados, como una ofensa personal.
Pese a que en la Junta de Accionistas, respondiendo a una pregunta, dijo que basándose en los estudios de mercado, esperaba que la situación para este segundo semestre del año fuera mejor que la del primero, esta previsión ha quedado inservible y no va ser así. Además, la situación de España continua agravándose, a lo que hay que añadir que el Gobierno de Cantabria ha incrementado el “canon de saneamiento en un 30%”, que representará un millón más en la cuenta de resultados, y viene a unirse al litigio que tenemos con la Confederación Hidrográfica del Norte y el Gobierno de Cantabria, que ya nos giran 3 millones de euros cada uno, por el mismo concepto. A esto hemos de añadir, los pagos que realizamos por las inversiones medioambientales realizadas y el mantenimiento de la depuradora, que dan un costo durante el año pasado, de 10 millones de Euros. Sin olvidarnos de que la situación del crédito en España se está endureciendo por momentos, afectando a las líneas de descuento, las cuales a su vencimiento, o no se renuevan o se reducen a la mitad. El asunto del IVA, no solo por su aumento, sino porque al ser la nuestra una empresa que exporta la mayor parte de su producción, el importe de este impuesto debemos adelantarlo, y aunque nos lo devuelven, últimamente estamos tardando en recuperarlo, más del doble del tiempo que tardábamos antes. En el pasado hemos vivido situaciones difíciles por nuestros propios problemas, ahora sin embargo, sufrimos las consecuencias de la crisis que atraviesa España.
Para el Sr. Mezquita es una situación novedosa, que tratará de analizar el Consejo de Administración de Sniace, que se reúne el próximo lunes en la propia fábrica.
En buena parte podemos coincidir con lo manifestado esta mañana por el Sr. Mezquita, pero ¡tiene…narices! cuando la mayor parte de las medidas tomadas por el Gobierno del PP inclinan la balanza descaradamente a favor de los empresarios, resulta que las que no les favorecen, también nos perjudican a los trabajadores de Sniace.
Para terminar puso de manifiesto que, como es evidente, los planteamientos anteriores en relación con la negociación del convenio, han quedado obsoletos y, los que podamos hacer hoy, puede que no sirvan dentro de pocas semanas, por lo que solicitó un aplazamiento de un par de semanas para valorar la nueva situación económica y tomar las decisiones oportunas. Es posible que haya que tomar medidas que pueden resultar duras y difíciles, aunque espera que las afrontemos juntos, porque su convencimiento es que convenio habrá.
Finalizada su intervención, pusimos por nuestra parte de manifiesto, una vez más, la insignificancia que representaría en esas cifras, el coste del convenio. Que seguimos sin entender la necesidad que dice tener de contar con una plantilla flexible, o la falta de voluntad de explorar otras medias, para el contrato de relevo, habiendo ayudas por ejemplo, para la contratación de trabajadores de Papelera de Besaya, o las que se podrían solicitar al Gobierno de Cantabria.
Ante las perspectivas de la economía, propias y externas, no parece encajar mucho el deseo de la empresa de un convenio de transición por un año. Con lo añadido en el día de hoy y teniendo en cuenta lo que dice el gobierno del PP, “salvo milagro”, en Sniace el año 2013 será igual o peor, por lo tanto, salvo que el Sr. Mezquita sea más claro hablando en ternimos de negociación colectiva, no podemos esperar nada bueno para ese segundo convenio. Aunque antes tenemos que firmar el primero.
Lo mismo que lo decimos cuando el Sr. Mezquita nos da largas para reunirse con nosotros, hoy hemos de decir que estaba dispuesto a reunirse el próximo martes. Fuimos nosotros quienes le dijimos que preferíamos que nos contara todo en una reunión y no por capítulos. Si el Consejo de Administración ha de esperar a que el Gobierno apruebe o no, hoy o cuando sea, las medidas que más arriba mencionábamos, para tomar las decisiones pertinentes, que sea entonces cuando nos las traslade. Por ello, hemos quedado para mediados de agosto, después de la parada.
Ni que decir tiene que a continuación convocaremos una asamblea de trabajadores.